Acciones recomendadas para 2017

Nota del editor: Nos complace ofrecer un extracto del libro 30 acciones para invertir en bolsa en 2017 escrito por Francisco López y José Poal Marcet y publicado por Libros de Cabecera.
Un análisis de las alternativas de inversión en bolsa desde la perspectiva sectorial
Hoy en día las bolsas mundiales están totalmente interrelacionadas. De hecho, probablemente no estemos lejos de asistir a la creación de una macrobolsa global en la que coticen todos aquellos títulos que representen empresas globales. La bolsa de Nueva York es lo más aproximado a esa bolsa global que tenemos ahora.
Eso es así porque ya nadie pone en duda que la economía es global. Con mayor o menor intensidad, las empresas de todos los sectores compiten a nivel global.
Todas las empresas de software del mundo, por ejemplo, están compitiendo con Oracle o Microsoft, o con Apple o Google, aunque no lo parezca. En mayor o menor grado, todos compiten con todos en la economía globalizada del siglo XXI, tanto en el mismo sector como desde sectores diferentes. La competencia y la cooperación global son dos opciones siempre presentes; a veces de forma simultánea. Ya no hay fronteras económicas ni hay fronteras sectoriales. Es el resultado de los movimientos de liberalización y de desregulación que vivimos en los finales del siglo XX, que confiamos que sean irreversibles, a pesar de las opiniones de algunos políticos retrógrados del siglo XXI que pretenden que demos marcha atrás.
Lo mismo ocurre con los empleados y directivos de esas empresas; la movilidad de las personas y la movilidad de las empresas hace que todos los empleados del mundo virtualmente compitan por los mismos puestos de trabajo.
Y, por último, y con mayor razón, ocurre lo mismo con el capital, que se mueve de un lado al otro del mundo en cuestión de minutos.
Además, prácticamente todas las empresas que destacan a nivel global, o al menos las que cotizan en los principales índices de las grandes bolsas, que son las más visibles para el ahorrador particular, han dejado de tener una sola nacionalidad. Su actividad se extiende a lo ancho del mundo, con fábricas y clientes en multitud de países. Y con total capacidad de guiar sus inversiones y su crecimiento allí donde quieran, aprovechándose de la contratación de los recursos (sobre todo humanos) más baratos y de la comercialización de sus productos en los mercados más pujantes.
En este contexto, las empresas del índice IBEX español, por ejemplo, realizaron en 2016 un extraordinario 65% de sus ventas fuera de España.
Las grandes empresas gestionan sus negocios globalmente, por lo que la importancia relativa de los países en que se fundaron o en los que se ubican sus oficinas centrales debería tender a corresponderse, a largo plazo, con la importancia relativa del país en la economía global. Eso quiere decir que las empresas del IBEX aún tienen que vender más en el extranjero hasta que el porcentaje de sus ventas en España en relación a la globalidad de sus ventas (un 35%) se sitúe más cerca del porcentaje del PIB mundial que representa España.
Por todo ello, parece obvio que la mejor manera de acercarse a la bolsa para encontrar las empresas con mejores perspectivas de futuro es, ante todo, a través de un análisis sectorial. Cada vez importa menos la nacionalidad que tienen las empresas y más el sector en el que se mueven y las oportunidades y riesgos que se le presentan globalmente.
El inversor debe preguntarse: ¿qué sectores son los mejor posicionados para los años venideros? Buscar aquellos que puedan experimentar mayor crecimiento y rentabilidad, frente a los que estén estancados o en los que la competencia sea tan feroz que los márgenes sean cada vez más estrechos. En general, descubrir cuáles son los sectores en expansión o regresión, y cuáles están en fase de crecimiento, consolidación o de cambio. De ese análisis el inversor debería deducir en qué sectores centrar sus apuestas.
Una vez se conozcan bien los sectores, el inversor podrá entrar a preguntarse: ¿qué empresas tienen mejores perspectivas en este sector? Para llevar a cabo ese proceso, hay que ir por pasos. Lo primero que vamos a tratar de hacer es definir los sectores.
Sectores en que se pueden agrupar las empresas cotizadas
Hay muchas maneras de agrupar las empresas por sectores y, dada la dinámica de cambio e innovación a la que está sometida la economía en este siglo, probablemente cualquier clasificación deba ser revisada periódicamente.
Además, cada inversor puede hacerse su propia clasificación de acuerdo a sus propios criterios. Se trata de que el inversor adopte una visión de la economía global que le sea útil y en la que crea. En definitiva, con la que se sienta cómodo.
A continuación, presentamos la clasificación que nosotros hacemos y después explicaremos qué negocios y qué tipo de empresas agrupa cada sector, deteniéndonos en ellos uno a uno.
Hemos clasificado las empresas en 11 sectores, clasificados en tres grupos.
El primer grupo lo forman los 6 sectores ligados a necesidades primarias del ser humano; son los sectores primarios:
- Alimentación, bebida y cuidado del hogar (AB&CH)
- Movilidad
- Salud
- Comunicación, entretenimiento y cultura (CE&C)
- Inmobiliario y hospedaje (I&H)
- Vestimenta (wearables)
El segundo grupo los forman los 4 sectores ligados a actividades y negocios que hacen posible que funcionen los 6 sectores primarios; son los sectores funcionales:
- Finanzas y riesgos (F&R)
- Logística, distribución y venta (LDV)
- Infraestructuras, ingeniería, petróleo y otras energías (IIP&OE)
- Manufacturas básicas, química y materias primas (MBQ&MP)
Y, por último, hay un sector 11 que influye actualmente en todos los demás, que es el de las Tecnologías de la Información e Internet (TI&I)