Libros de Cabecera

La dinámica de conflictos en un equipo

Gérard Collignon
¿Cómo tengo que hablarle para que me entienda?

Nota del editor: Nos complace ofrecer un extracto del libro ¿Cómo tengo que hablarle para que me entienda? escrito por Gérard Collignon y publicado por Libros de Cabecera.

Cuando las necesidades psicológicas no están satisfechas en un equipo, se generan problemas conflictivos y observables, que son un intento de las personas de satisfacer sus necesidades, pero de forma negativa. La gran mayoría de los conflictos entre miembros de un equipo se deben a que uno de ellos no obtiene lo que desea. El grado del conflicto nos indica la envergadura del estrés sufrido por esa persona, perjudicando su trabajo. También nos indica la estrategia a utilizar para intervenir y ayudar al equipo a resolver y superar ese conflicto. Igual que una cadena tiene la solidez de su eslabón más débil, un equipo tiene la eficacia de su miembro más estresado…

Por tanto, en caso de conflicto habrá que empezar identificando su naturaleza, descodificar el significado, analizando el mecanismo negativo iniciado y aportar la respuesta apropiada. Dicha respuesta consiste en responder positivamente a la necesidad psicológica subyacente y volver a una comunicación positiva a través del canal de comunicación apropiado.

Cada tipo de personalidad presenta tres grados de conflicto previsibles:

  • El tipo Empático

  • El tipo Empático, en un primer grado de mala comunicación, piensa que el equipo lo aceptará si agrada. Empieza entonces a dar respuestas sin relevancia para el trabajo, pero que son intentos para que lo acepten y lo aprecien.

    En un segundo grado, el colaborador lleva una máscara de Quejica y comete errores que llevan al equipo a criticarle.

    Si va hasta el tercer grado, el equipo lo va a rechazar, lo van a despedir por faltas, y él sentirá que no lo quieren. Inconscientemente la persona puede llegar a provocar un rechazo incondicional.

  • El tipo Lógico

  • El tipo Lógico bajo estrés de primer grado piensa que el equipo lo aceptará si es perfecto. Por ello, extrema el detalle, piensa por los demás y delega mal, ya que está convencido de que puede hacerlo mejor, más rápido y de forma más eficiente que los demás.

    Si pasa a estrés de segundo grado, se pone la máscara de Atacante y su comportamiento manifiesta frustración, enfado y crítica. Controla excesivamente y se siente frustrado porque los miembros del equipo no aceptan sus ideas. Ataca verbalmente a sus compañeros que «no piensan», critica a los miembros del equipo en relación con los horarios, la equidad, la responsabilidad, el orden o el trabajo.

    Si entra en una mala comunicación de tercer grado, el tipo Lógico se persuade de que no tiene ningún interés quedarse con gente que no sabe resolver los problemas. Rechaza al equipo y a sus miembros, con el pretexto de que son incompetentes.

  • El tipo Perseverante

  • En un primer grado de mala comunicación, el colaborador de tipo Perseverante lleva la máscara Sé Perfecto Para Mí y considera que los demás deben de ser perfectos si quieren formar parte del mismo equipo que él. Espera de ellos la misma devoción, lealtad y trabajo que aporta él, y se focaliza en lo que no funciona, dejando al margen lo que va bien.

    En un segundo grado muestra una máscara de Atacante y siente frustración, rigidez y enfado. Se siente incomprendido por los miembros del equipo que no aceptan sus opiniones, por las que va a emprender una cruzada. Tenderá a atacar verbalmente a cualquier persona que a su juicio no se comprometa lo suficiente. Se mostrará crítico y desconfiado hacia aquellos que no crean en la causa.

    Por último, en tercer grado, el tipo Perseverante siente un sentimiento de frustración profundo: «Si no están conmigo están contra mí». Abandonará el equipo convencido de que no son leales o que nadie confía en él.

  • El tipo Imaginador

  • En un primer grado de mala comunicación el colaborador de tipo Imaginador está convencido de que el equipo le aceptará si es fuerte. Así que va a protegerse integrándose lo menos posible en el equipo y volviéndose pasivo.

    En un segundo grado de mala comunicación lleva la máscara de Quejica y siente malestar e inadecuación. Para el tipo Imaginador, el comportamiento característico de este grado es empezar varios proyectos sin terminarlos.

    Convencido de que pasan de él y que no es deseado (su pregunta existencial es «¿Soy apreciado?»), se las arreglará para quedarse en su rincón y que le ignore totalmente el equipo: «Nadie me dijo qué hacer».

  • El tipo Rebelde

  • Cuando cae al primer nivel de mala comunicación, el tipo Rebelde está convencido de que el equipo solo le aceptará si se esfuerza más. Así que mostrará que no entiende las cosas e invitará a los miembros del equipo a hacer o pensar por él: «No entiendo lo que me pide», o bien: «No sé hacerlo».

    Este tipo de personalidad, en segundo grado de mala comunicación, va a generar problemas en el equipo, echándole la culpa a los demás, quejándose, acusando a los otros, negándose a asumir sus errores; en fin, es el típico perturbador.

    Si le dejan bajar al tercer grado de mala comunicación, desaprueba y contradice con un espíritu de venganza, lo que le lleva a que los miembros del equipo le excluyan totalmente y a que reaccione con un espíritu de odio y venganza: «¡Me las pagarán!».

  • El tipo Promotor

  • El driver del tipo Promotor le lleva a considerar que los miembros del equipo tienen que ser fuertes si quieren formar parte del mismo equipo que él. Así que espera que cada uno se busque la vida y no da apoyo a sus compañeros o colaboradores.

    En un segundo grado de mala comunicación, se siente bloqueado y se volverá vengativo. Sentirá una ira mezclada con venganza. Tenderá a manipular, a enfrentar a los miembros del equipo entre sí, a crear conflictos en el marco del equipo, a engañar a sus miembros y, en general, a adoptar una actitud cuyo objetivo será hacer creer o hacer saber que él o ella es un caso particular, y que tiene derecho a un estatus especial.

    En un tercer grado de mala comunicación reaccionará con desprecio, considerando que los demás no son capaces y abandonará al equipo y a sus miembros, antes de que puedan abandonarle ellos.

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Acerca del libro

¿Cómo tengo que hablarle para que me entienda?

¿Cómo tengo que hablarle para que me entienda?

Gérard Collignon

Mejorar la comunicación entre personas y evitar los malentendidos

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Acerca del autor

Gérard Collignon

Gérard Collignon

Gérard Collignon es fundador de Kahler Communication France y Certifying Master Trainer Process Communication Model. Es el responsable de la difusión y de la certificación de los formadores y coachs PCM en Francia.

En 1988, Gérard Collignon, psicólogo clínico, organizaba seminarios con famosos psicólogos americanos. Así fue como conoció al Dr. Taibi Kahler. Fue un amor a primera vista, del hombre y de su modelo: Process Communication Model®.

A partir de entonces, Gérard Collignon puso toda su energía en dar a conocer este modelo en Francia y luego a nivel internacional. Desde 2019 se dedica exclusivamente a impartir cursos de formación PCM. Gérard ha escrito el best seller: Comment leur dire… La Process Communication (InterEditions) y es coautor de Coacher avec la Process Communication (InterEditions), traducido a 8 idiomas.

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