La reputación corporativa como una necesidad organizacional
Me hace mucha ilusión que Libros de Cabecera me haya dado la oportunidad de publicar el libro Gestión de la reputación corporativa, especialmente en un contexto en el que la volatilidad, incerteza, complejidad y ambigüedad del entorno económico, social y tecnológico han situado la reputación corporativa como una necesidad organizacional.
En este marco soy consciente de que a muchas empresas les preocupa la reputación, aunque no acaban de comprender su importancia y alcance, así como las herramientas disponibles para su evaluación y gestión. Y lo cierto es que uno de los inconvenientes que afrontan las empresas, a la hora de gestionar su reputación, es el de pensar que la reputación es un recurso táctico y no estratégico.
Esto les lleva a pensar que para lograr una buena reputación es suficiente con «actuar bien». Si bien, tratar de comportarse de la mejor manera es un aspecto necesario, es insuficiente. Muchas organizaciones ya han experimentado cómo las percepciones de terceros pueden afectar a su reputación, sean estas opiniones más o menos fundadas.
Pensar en la reputación como un activo táctico también suele explicar el porqué las empresas dejan este importante activo en manos de consultores externos o de su departamento de comunicación. En este sentido, en mi libro argumento los motivos por los cuales la reputación corporativa depende directamente de las decisiones estratégicas que esta toma a lo largo del tiempo. Y que, por lo tanto, el último responsable de crear y mantener una buena reputación es la dirección general.
Dado este contexto, el objetivo principal de mi libro ha sido la aproximación a las organizaciones de la construcción y gestión de su reputación de una manera práctica, para que al finalizar el libro el lector no solo entienda qué es la reputación y el porqué de su importancia, sino que pueda hacer un autodiagnóstico del estado reputacional de su organización y tomar medidas para mejorarla. Asimismo, aporto algunos instrumentos para gestionar de forma efectiva una crisis reputacional a través de los canales tradicionales y los nuevos medios y redes sociales, algo que soy conciente de que preocupa a muchas empresas.
La realidad es que hoy muchas compañías han asumido que la reputación es su activo de mayor valor, ya sea porque forma parte de su ADN o porque han sufrido una crisis reputacional. Estas organizaciones han entendido que pueden tener unos productos y servicios excepcionales, unas estrategias y objetivos claros, o los empleados y colaboradores con mayor talento, sin embargo, todos estos aspectos pueden no servir de nada si sus gestores son incapaces de conducir su reputación.
Es por ello que lo que pretendo es difundir las herramientas necesarias para que cada día más organizaciones se posicionen y se diferencien de sus competidores y obtengan unos mejores resultados a través de la construcción de una relación de compromiso y confianza con sus todos sus públicos.
Si decides invertir en la construcción de una buena reputación leyendo este libro, me gustará enormemente compartir puntos de vista en mi blog.
Espero que disfrutes de la lectura y, sobre todo, que te sea de gran utilidad.